Tener una piscina en casa es el sueño de muchas familias, que buscan un terreno de amplias dimensiones en el que aprovechar un tramo del jardín para tener una confortable y amplia zona de baño en la que disfrutar con la discreción, la tranquilidad y el espacio propio con el que no podemos contar en una playa o una piscina comunitaria.
Pero la instalación de una piscina de obra conlleva una serie de pasos obligados y trabajo de planificación que es importante que sean llevados a cabo por un servicio profesional de diseño y construcción. A lo largo de numerosos trabajos, en Dacesma hemos ido incorporando el conocimiento extra que nos proporciona la experiencia a nuestra amplia formación y por eso estamos capacitados para poder ejecutar con garantías la instalación de su nueva piscina en su terreno.
Fases a la hora de instalar una piscina
- El primero paso de toda obra es siempre la planificación de la misma. Los trabajos previos se centran en decidir con el cliente qué tipo de piscina quiere, qué materiales se van a usar para el contorno, cuánto debe medir y cómo se puede casar todo ello con el terreno con el que contamos para la instalación de la piscina en el jardín o la terraza. Las piscinas pueden venir ya prefabricadas en poliéster o fibra de vidrio, algo que influye en toda la planificación, o hacerse a media en hormigón.
- Con el diseño de la piscina claro, es el momento de hacer el trabajo de campo. Se comienza tomando las referencias en el terreno para saber cuánto va a ocupar la piscina y cómo va a quedar en este espacio. Cuando se hacen estas marcas siempre se hacen las referencias con un poco más de holgura que el tamaño real de la piscina, pues se debe tener también en cuenta toda la instalación que va oculta y el entorno del propio agujero que ocupa la balsa de agua.
- Es el momento entonces de empezar a levantar tierra. La mayor parte de las piscinas de obra van ocultas en el suelo, por lo que hace falta llevar grúas y palas hasta el terreno para iniciar el destierre correspondiente para cavar el vaso de agua en la superficie del jardín o la terraza. Este trabajo se complementa con la toma de niveles para que todo tenga las medidas necesarias.
- Con el agujero ya finalizado, se empiezan a poner las primeras piedras de lo que será la nueva piscina. El encofrado es parte inicial de este proceso, que se completa después con relleno de grava y con toda la armadura que asegura el agujero, generalmente a base de mallazo y hormigón proyectado después.
- El último paso es ya empezar con los revestimientos de la piscina. Aquí entran ya en juego los gustos de cada particular en función de cómo vaya a ser esta y qué tipo de azulejos son los que quieres utilizar. Este es un paso estético importante en las piscinas de hormigón y que, junto a los acabados, marca la estética y el éxito de todo el proyecto.
Si está pensando en construir una piscina en su casa, puede contar con los servicios de Dacesma para sacar adelante este proyecto. Trabajaremos de su mano para planificar el mejor diseño posible para su nueva piscina y adaptarnos a sus gustos y al espacio que cuenta para la instalación